Acupuntura y Parkinson

La acupuntura es una rama de la medicina que remonta sus orígenes hasta mil años antes de Cristo, pero recién en el siglo pasado llegó a ser incorporada al contexto médico científico de Occidente. La técnica de esta disciplina consiste en la implantación de pequeñas agujas en puntos específicos de la superficie corporal para producir reflejos con el fin de armonizar y equilibrar las vías de conducción nerviosa y endócrina.

Recientes investigaciones demostraron que la acupuntura induce al organismo a producir diversas sustancias químicas que combaten el dolor, moderan la ansiedad, regulan funciones fisiológicas e influyen en la producción hormonal. Sus resultados son tan importantes que llevan, en 1979, a la Organización Mundial de la Salud a afirmar la seguridad y efectividad de la misma. Reconociendo, asimismo que tiene sus alcances y limitaciones como cualquier otra especialidad médica, pudiendo ser de índole curativa o paliativa. Sin embargo su principal virtud consiste en permitir la disminución de medicamentos prescriptos a los pacientes tratados.

La acupuntura y la medicina tradicional china no han cambiado mucho desde sus orígenes. Esta es una medicina que entiende al hombre como un todo. En un paradigma que no fue aceptado en nuestra medicina occidental hasta hace relativamente poco tiempo, en la cual el hombre no es sólo un paciente con una enfermedad sino que es uno con el medio que lo rodea y consigo mismo. Para entender la medicina china tenemos que hacer viajar a nuestra mente y situarnos aproximadamente 3.000 años atrás en donde las primeras sociedades se estaban formando y lo único que realmente conocían era la naturaleza. De ella pensaban que era parte innata de ellos mismos, y mediante esto se representaban sus patologías, dolencia y males. En sus descripciones relataban sentir un calor que parecía fuego, una sensación fluctuante que cambiaba de lugar como el viento y estimulando determinados puntos estos síntomas cesaban o mejoraban. Esto llevó a crear un sistema o método de salud según sus percepciones y sensaciones. Aunque este concepto nos parece un poco vago actualmente. Lo seguimos utilizando. Por ejemplo utilizamos analogías también para comprender nuestro mundo actual y decimos que nuestro cerebro funciona como una computadora. Obviamente y, salvando la distancia, la medicina oriental utilizaba este método para comprender y ejecutar su medio de tratamiento, sin embargo a medida que la ciencia fue avanzando la medicina oriental no se veía ajena a los nuevos conocimientos, todo lo contrario, poco a poco fueron sumando ambos métodos mejorando los resultados y respuestas obteniendo en la actualidad resultados como los de Japón, país que presenta los más altos índices de longevidad y calidad de vida en la tercera edad.

La ciencia detrás de la acupuntura

Una vez que entendemos que el lenguaje que hablaban los antiguos médicos orientales es una simbología de su conocimiento se vuelve más sencillo comprender como la ciencia moderna puede utilizar este excelente método. La inserción de la aguja produce un efecto mecánico en el organismo el cual actúa a distintos niveles. Principalmente es una técnica de irritación de las terminaciones nerviosas que se encuentran en puntos determinados del cuerpo. Su estímulo activa conexiones cerebrales con repercusiones centrales, endócrinas e inmunes de carácter homeostático, es decir que sirven para mantener el equilibrio corporal. Luego también generan respuestas adaptativas convirtiéndose en influencias fisiológicas de restauración.

El otro mecanismo de acción de la acupuntura es probablemente el más estudiado y documentado y comprende los efectos locales. Estos efectos locales son el aumento en el flujo sanguíneo, la disminución del dolor y disminución de las contracturas de los músculos o reparando estructuras tales como fascias, tendones y ligamentos. En el sitio de penetración de la aguja se genera una microinflamación que produce la liberación de potasio por el pequeño daño celular efectuado, así como la activación de la bradiquinina (potente vasodilatador). Se genera igualmente un aumento de la respuesta inmune local debido al gran número de mastocitos presentes en cada punto de acupuntura. Los que liberan histamina que produce mayor vasodilatación (eritema observado alrededor de la aguja) y generan una llegada mayor de células para combatir la posible infección (la cual no existe por ser un elemento estéril) o eliminar detritos locales, al no haber tal cosa estas células se encargan de reparar los tejidos ayudados por la gran circulación que se generó en la zona. Cuando las agujas se colocan en puntos alrededor o cerca de la lesión, se ejerce un aumento en la activación de estos mecanismos locales. Sin embargo también se ha demostrado que cuando la estimulación mecánica de la aguja es aplicada de manera distal se pueden activar áreas en el cerebro y el eje hipotalámico-pituitario-adrenal para generar alivio y cicatrización en el cuerpo.

La principal virtud consiste en permitir la disminución de medicamentos prescriptos a los pacientes tratados.

La acupuntura y el Parkinson

Varios son los estudios científicos que avalan la utilización de la acupuntura para el tratamiento complementario en la enfermedad de Parkinson y el dolor crónico en general. En 25 revisiones sistemáticas y metaanálisis se ha evaluado la eficacia clínica de la acupuntura. En las pruebas de estos ensayos se indica que la acupuntura es eficaz también para disminuir la emesis (vomito) después de la cirugía o la quimioterapia en adultos también es eficaz para aliviar el dolor dental. Para condiciones tales como dolor crónico, dolor de espalda y dolor de cabeza los cuales son muy comunes en el Parkinson. Pero no sólo en el dolor se ha demostrado su efectividad también estudios llevados a cabo en animales han demostrado que mejora la disponibilidad sináptica de la dopamina y aumenta la protección de las neuronas dopaminérgicas, algo que influye directamente en el control motor, lo cual llevado a la práctica demostraría una mejora significativa en los pacientes para la ejecución de diferentes actividades.

Otro factor muy importante en la enfermedad de Parkinson es la imposibilidad o la dificultad para dormir. Por esto se realizó un ensayo clínico aleatorizado para evaluar los efectos de la acupuntura sobre perturbación en el sueño de 22 pacientes con diagnóstico de enfermedad de Parkinson idiopática en el Hospital Clínico de la Universidad Federal de Pernambuco en Brasil. Estos demostraron que la acupuntura mejoró significativamente la calidad del sueño nocturno y los síntomas motores nocturnos. Estos hallazgos son importantes porque la alteración del sueño es uno de los síntomas no motores más comunes en la EP, lo que compromete la calidad de vida de estos pacientes. Luego de este estudio, de manera complementaria, también se notaron mejoras con respecto a las actividades de la vida diaria ya que al tener un sueño de mayor calidad, sus funciones cognitivo motoras mejoran ayudando al paciente a una mejora cualitativa en su calidad de vida. (Ann Intern Med. 2002 Mar 5;136(5):374-83. Acupuncture: theory, efficacy, and practice. Kaptchuk TJ).